lunes, 20 de diciembre de 2010

estamos aqui, somos queer

En facebook: http://www.facebook.com/note.php?note_id=172330526122147

ESTAMOS AQUÍ, SOMOS QUEER, ¡ACOSTÚMBRENSE!


Breve ensayo de Citlalli García (Ipca) a partir de los fragmentos del libro que aquí se cita.
El titulo de este ensayo  pertence a un capitulo del libro aquí citado, pero no es el texto original salvo lo que pertence a la cita 2.



>> Sabemos que el Slash es escrito por chicas heterosexuales en su mayoría (pero también de otras orientaciones sexuales) según algunas estadísticas y por una minoría de chicos. El Slash como tal no tiene una historia lineal a seguir, sino que confluyen varios sucesos, entro ellos tenemos los antecedentes de la Teoría queer y varios acontecimientos y movimientos dentro de las Organizaciones LGBT, no siendo los únicos, ni exclusivos.

La Teoría Queer no es una hipotesís exclusivamente LGBTTTI, sino que corresponde a la Diversidad Sexual y ello incluye también a las personas consideradas heterosexuales. Ahora, dentro de las Slashers heterosexuales esto se vuelve mas relevante ya que ellas ponen en juicio los patrones heteronormativos y homonormativos operantes de diversas maneras.

VOLVERSE PERSONAL

Una característica esencial del análisis de la sexualiad de Foucault y de las interpretaciones postestructuralistas y queer conexas consisten en no considerar al individuo como un sujeto autónomo cartesiano (“Pienso, luego existo”), poseedor de una identidad innata o escencial cuya existencia no depende del lenguaje. Lo que común o casualmente pensamos que es el “Yo” (o el sí mismos), no es sino una ficción socialmente construida (aunque grave), un producto del lenguaje y de los discursos especificos vinculados con las divisiones del saber. (1)

Así pues, ponemos en duda desde los análisis literarios o visuales no solo la sexualidad de los personajes, sino también su personalidad. En este tenor, el Slash adquiere una filosofía fuera de los patrones “me gusta”, “no me gusta” o de "es o no es ético" que hasta ahora han venido haciendo eco y operando entre el fandom de habla española en general.

Es claro, que estos fragmentos no se refieren al Slash como tal, es más, ni lo imaginan. Sin embargo, la filosofía de la Teoría Queer es lo que l@s Slashers realizan en muchos de los sentidos conociendo la misma o sin conocerla.

No importa de forma general (tal vez si particularmente) el poder jugar con estos “yo” de forma seria o no seria. Ambos caminos nos llevan a mostrar otras posibilidades que bien vale la pena analizar.

Y  es que hay que recordar que dentro de la Teoría Queer la crítica a las instituciones normativas y normalizadoras como la familia, la medicina, la biología, las leyes, la escuela e incluso la tecnología tiene como común denominador que la mayoría de estas cosas son creaciones sociales que fluyen con el tiempo y de sociedad en sociedad. Así pues, ser heterosexual no es lo normal, que exista mas gente heterosexual tampoco lo es (esto se convierte en un regimen heterosexista), que la sexualidad sea estática, mucho menos. De igual forma, jugar con el género, los roles de género, las practicas sexuales y las identidades es lo que hace de este pasatiempo un Underground Queer en donde los matices siempre están cambiando.

Sin embargo, la forma de jugar con los personajes se vuelve personal en la medida de la resistencia de las orientaciones sexuales no acabadas de aceptar y su visión de la sociedad: los que quieren ser "iguales", a los que no les interesa ser "iguales", y a los que les da igual ser "iguales" , así pues, podriamos decir que una persona "heterosexual" tendra una visión del Slash distinta a la de una persona "bisexual" u "homosexual". Aunque ello no es preciso porque no hay estadisticas al respecto ni estudios sobre el caso, lo cierto es que todxs vemos de diversas formas el Slash sin ponernos de acuerdo. Para unxs significa una cosa, para otros otra.

ESTAMOS AQUÍ, SOMOS QUEER, ¡ACOSTÚMBRENSE!

La Nación Queer y los grupos afilados como las Panteras Rosas organizaron patrullas callejeras para oponerse a los ataques contra los gays, conmemorar a las víctimas de la violencia homofóbica con campañas que consistían en escribir graffiti en las calles e impartir sesiones de educación antihomofóbica en los bares heterosexuales. Asimismo, organizaron campañas medíaticas y artísticas cuyo propósito era subvertir la propaganda y la imaginería homofóbica y derechista. Fue fundamental para las estrategias retóricas y representacionales de estos grupos la palabra “queer”, un término del slang utilizado principalmente en el discurso homofóbico, pero también por algunos homosexuales que eleigieron el vocablo antes que, o en lugar de, “gay” o “lesbiana”.

Si bien su radicalismo se ha puesto en tela de juicio cuando se le compara con grupos como ACT UP, basándose, en parte, en el problemático concepto de “nación”, la Nación Queer es la celebración de un nombre pronunciado públicamente como un insulto y relacionado con lo que algunos consideran una diferencia real en la actitud de ciertas lesbianas y gays hacia sus identidades y posiciones sociales, culturales y políticas, sobre todo en Estados Unidos y en Gran Bretaña. De acuerdo con algunos críticos, esta diferencia no es sino una cuestión de edad; otros opinan en cambio que se vincula con la clase social o con la actitud hacia la sociedad hegemónica. Cualquiera sea el catalizador, quienes habían pensado que las identidades “gay” y “lesbianas” eran inadecuadas y restrictivas, descubrieron en “queer” una posición con la cual podían identificarse. En la cultura popular, “queer” significa más sensual, más transgresor, una muestra deliberada de una diferencia que no quería ser ni asimilada ni tolerada. En suma, se trataba de una diferencia destinada a pertubar el statu quo, a preguntar por qué damos por descontado que Bart Simpson es heterosexual.

Resulta relativamente sencillo analizar en términos foucaultianos los cambios producidos en las identidades predominantes, desde “homosexual” -pasando por “gay” y “lesbiana”- hasta “queer” y observar cómo cada uno de ellos implicaba posibilidades y problemas, tanto para los individuos como para la acción política, generados a través de las relaciones con los discursos y saberes dominantes. Las categorías se suceden unas a otras, aunque hubo superposiciones significativas clausuradas por una historia lineal. Los relatos tradicionales de la historia de la sexualidad tendieron a minimizar aspectos importantes del pasado que no se ajustan al modelo de una progresión desde la represión a la liberación, incluidas subculturas queer tales como las comunidades de lesbianas butch-fem de la década de 1950. Estas subculturas, predecesoras de la condición gay, tienen más en común con la cultura queer de hoy... (2)

Lo interesante de dudar sobre la sexualidad de los personajes no corresponde meramente a creer fanaticamente que ellos son o no son de tal o tal forma, sino que la caracteristica principal de esto es el caracter “sensual y transgresor” que pone en duda al sistema heteropatriartico en el que vivimos.

El Slash no es SABER que un personaje es heterosexual y jugar con el. No, el Slash, lejos de creer (porque a partir de este "no cuerpo de conocimiento" se crea una utópia heterosexual en la cual estamos viviendo a diario) que un personaje es heterosexual, es DUDAR o poner en duda que es heterosexual y es jugar con la homosociabilidad para así tensar los diversos patrones canonicos culturales y sociales.

Algunos análisis se centran en la construcción del cuerpo dentro del discurso y la práctica médica; otros exploran, en cambio, la posibilidad de diferentes configuraciones sexual-tecno-corporales en la era de la realidad virtual. En este campo, ciertas obras parecen extraordinariamente utópicas. Pero al extender el análisis de la construcción de los cuerpos sexualizados y generizados a las nuevas configuraciones de la tecnología, el saber y el poder, esas obras compensan la tendencia del análisis queer a centrar la lente en las representacionensn literarias o ficcionales. (3)

En general, algunas de las obras más recientes en la teoría queer tratan de comprender las relaciones entre la identidad y la acción, y hacerlo de una manera que de cabida a la agencia individual y colectiva, a fin de oponer resistencia a los saberes y prácticas opresivos sin volver a la idea modernista del sujeto autónomo. A semejanza de los pronunciamientos de Foucault, no de sus análisis, estas obras tienen un lado utópico, aunque atemperado por el reconocimiento de que la forma del futuro nunca puede ser dictaminada. (4)

Lo anterior se refiere a la literatura de los estudios queer. Sin embargo, podemos observar que el Slash tambien explora en forma de Ficción estos mismos patrones desde diversas perspectivas y matices que pueden ir girando y cambiando por diversos factores directos o indirectos de una persona o del Slash mismo.

En palabras de Foucault [aunque el no desarrolla la Teoría Queer]: “tiene que ser concebida como una actitud, un ethos, una vida filosófica en la cual la crítica de lo que somos sea, al mismo tiempo, el análisis histórico de los limites que nos son impuestos y un experimento con la posibilidad de trascenderlos”. (5)

En realidad, la Teoría Queer no deve forma un corpus academico porque se dedica a dudar de lo normativo y si ella se vuelve normativa, esta se pierde. Por ello no devería transladar estos fragmentos que con suerte se acumularan como conocimiento de un Fandom.

En suma, las caracteristicas de los personajes no tienen limites, la sexualidad de los personajes tampoco, lo impuesto por la sociedad no tiene cabida, los patrones de conducta no son necesarios, esto dependera de que quiera explorar un fanatico en determinado caso o con que quiera jugar formalmente o informalmente por entretenimiento o con seriedad.

El Slash es una literatura popular que es de caracter Queer y por lo tanto l@s Slashers son una de las subculturas Queer. Pero aun mas interesante se vuelve cuando observamos que el Fandom Slash no solo es literatura, sino que tambien es pintura, musica, cine, en suma un Arte Popular.

Nota:
Tomese todo esto como una metafora de la sociedad porque se que no todos leemos el mismo texto. Tomese en cuenta que Queer no es una identidad ni algo con que identificarse, esperando no caer en un reduccionismo, queer es dudar.


---
  1. Tamsin Spargo. Volverse Personal. En: Focault y la Teoría Queer. Traducción de Gabriela Ventureira. Barcelona: Gedisa, 2004. p. 65. (Encuentros contemporáneos).
  2. Op. Cit. p. 49 – 51.
  3. Op. Cit. p. 73
  4. Op. Cit. p. 78
  5. Op. Cit. p. 88.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Este blog se alimenta de tus comentarios que nos animan a continuar.